Saltar al contenido

Músculos romboides

Músculos romboides mayor y menor

músculos romboides

Los músculos romboides son un grupo colectivo de músculos formado por el romboide mayor y el menor. Los romboides son importantes para el movimiento de las extremidades superiores y la estabilidad de la cintura escapular y la escápula.

Ambos romboides reciben inervación del nervio escapular dorsal y son abastecidos por la arteria escapular dorsal. Se han encontrado variantes en la musculatura romboidea, pero son muy raras. Aunque las cirugías de la musculatura romboidea son poco frecuentes, la escápula alada y la parálisis romboidea son patologías clínicas asociadas a los romboides.

Resumen de los músculos romboidesmúsculos romboides
OrigenMenor: ligamento nucal y apófisis espinosas de las vértebras C7 y T1; Mayor: apófisis espinosas de las vértebras T2 – T5
InserciónBorde medial de la escápula desde el nivel de la columna vertebral hasta el ángulo inferior
InervaciónNervio dorsal de la escápula (C4 y C5)
IrrigaciónArteria escapular dorsal
AcciónRetraer la escápula y rotarla para deprimir la cavidad glenoidea; fijar la escápula a la pared torácica

En este artículo discutiremos la anatomía y la función de los músculos romboidales.

Índice de contenido

Anatomía de los músculos romboides

músculos romboides

Origen y inserción

Los músculos romboides están formados por dos músculos separados: el romboide mayor y el romboide menor, que se encuentran inmediatamente en la profundidad del trapecio. El romboide menor es un músculo cilíndrico que se origina en el ligamento nucal y en las vértebras C7 y T1.

Se inserta en el borde medial de la escápula, cerca de la base de la espina de la escápula. El romboide mayor es un músculo cuadrangular situado por debajo del romboide menor. El origen de los músculos romboides se encuentra en las apófisis espinosas de las vértebras T2-T5 y se inserta en el borde medial de la escápula, justo por debajo del romboide menor.

También te puede interesar leer: anatomía topográfica y anatomía humana

músculos romboides
Músculos romboides mayor
músculos romboides
Músculo romboides menor

Inervación de los músculos romboides

La función motora de los músculos romboides está controlada por el nervio escapular dorsal. El nervio escapular dorsal se origina en la rama ventral de la raíz del nervio espinal C5, y sigue su curso posterior inferior a través de los músculos escalenos medios y entre los escalenos posteriores, los elevadores de la escápula (a los que también proporciona inervación) y el serrato posterior superior.

Continúa en profundidad hacia el plexo braquial para inervar los músculos romboides menor y mayor en su borde anterior.

Irrigación

Los músculos romboides son abastecidos principalmente por la arteria escapular dorsal, que generalmente nace de la segunda o tercera porción de la arteria subclavia. Algunos estudios también han mostrado variaciones en las que la arteria escapular dorsal procede del tronco tirocervical.

Independientemente de su lugar de origen, la arteria escapular dorsal pasa a través del plexo braquial donde se une y corre paralela al nervio escapular dorsal. Juntos, el nervio y la arteria se dirigen hacia abajo para irrigar los músculos romboides.

Función/Acción

Los músculos romboides, con la ayuda de muchos otros músculos, ayudan a formar la cintura escapular. Este grupo de músculos es importante para el movimiento de la extremidad superior y la estabilización del hombro mediante la articulación con el tronco.

Funcionalmente, los músculos romboides retraen, elevan y rotan la escápula. También protraen el borde medial de la escápula, manteniéndola en posición en la pared torácica posterior. La disfunción, la debilidad o la pérdida de la función nerviosa de los romboides provocan el aleteo del borde medial de la escápula y la rotación del ángulo inferior de la escápula.

Los músculos romboides también son vitales para acciones como la tracción y se ha demostrado que desempeñan un papel importante en el lanzamiento y el movimiento del brazo por encima de la cabeza.

Relación

Los músculos romboides mayores y menores son un grupo de músculos intrínsecos profundos del hombro que, junto con el esternocleidomastoideo, el trapecio, los músculos pectorales, el dorsal ancho y el serrato anterior, forman la cintura escapular.

Además, el serrato anterior, el trapecio y los romboides mayor y menor trabajan con los romboides para anclar la escápula y evitar que se alce. Además, el serrato anterior es el grupo muscular antagonista de los romboides. Los romboides también trabajan conjuntamente con los elevadores de la escápula para elevar y retraer la escápula.

Embriologia de los músculos romboides

Los músculos profundos de la cintura escapular (es decir, el romboide mayor, el romboide menor y el serrato anterior) derivan de células somíticas torácicas, a diferencia de otros músculos del hombro y del miembro superior, que se desarrollan a partir del mesodermo de la placa lateral y de la yema del miembro.

En comparación con el resto de los músculos del miembro esquelético, que reciben inervación del plexo braquial, se ha demostrado que los músculos profundos de la cintura escapular están inervados por ramas de los nervios espinales cervicales.

A pesar de estas diferencias, el origen embrionario de los músculos romboides se correlaciona con su respectiva inervación, al igual que ocurre con otros músculos del hombro y del miembro superior. En definitiva, puede concluirse que los músculos romboides, al igual que otros músculos profundos de la cintura escapular, tienen un programa de desarrollo distinto al de los músculos de las extremidades y los músculos superficiales del hombro.

Variante anatómica

Las variantes de los músculos romboides son raras, pero presentan casos interesantes cuando se descubren. Se han descrito tres casos de un músculo romboide adicional descubierto en el hombre. El primero, conocido como «occipito-escapular», se unía a nivel del hueso occipital y pasaba por debajo y a través del esplenio de la cabeza.

Se dirigía profundamente al trapecio y se insertaba en las inserciones de los músculos romboides mayor y menor a nivel de la espina de la escápula. Una segunda variante, el «romboide occipital», se originaba en la línea nucal superior profunda al trapecio.

Luego se insertaba entre el romboide menor inferior y el elevador superior de la escápula y en el serrato posterior. La tercera variante, también denominada «romboide de la cabeza», se origina en la línea nucal superior y se desplaza inferiormente sobre el esplenio de la cabeza. Sigue al elevador medial de la escápula antes de insertarse en la escápula medial frente a la espina escapular.

Importancia quirúrgica

La intervención quirúrgica de los músculos romboides es poco frecuente. Sin embargo, puede ser necesaria en algunos casos. Los colgajos de los músculos romboides pueden utilizarse en el tratamiento de los cánceres de cabeza y cuello, la reconstrucción del esófago, los defectos mandibulares y la enfermedad de Sprengel, la elevación congénita de la escápula.

Además, el alargamiento severo de la escápula debido al debilitamiento de los músculos romboides puede corregirse utilizando injertos de fascia lata. Estos injertos actúan para ayudar a los romboides debilitados y también conectan el borde inframedial y el ángulo inferior de la escápula con los músculos espinales y el dorsal ancho, respectivamente.

Sin embargo, pueden surgir complicaciones, ya que los injertos pueden fallar y debilitarse con el tiempo. Aunque no son específicamente quirúrgicas, las inyecciones guiadas por ultrasonidos en los romboides también han demostrado ser más eficaces que las inyecciones superficiales en el trapecio para el dolor, la discapacidad y la calidad de vida de los pacientes con síndrome de dolor miofascial.

Importancia clínica

La escápula alada debida a una parálisis romboidea es una de las patologías más comunes específicas de este grupo muscular. La parálisis romboidea se produce con mayor frecuencia debido a una lesión del nervio escapular dorsal.

El atrapamiento del nervio escapular dorsal es la causa más frecuente, pero no se ha especificado la localización exacta del atrapamiento. Además, la lesión directa del nervio escapular dorsal por un traumatismo, la dislocación anterior del hombro o el uso excesivo de la cabeza en el atletismo (por ejemplo, el béisbol y el voleibol) son otras causas conocidas de parálisis romboidea.

Los pacientes suelen presentar dolor escapular medial, movimiento anormal del hombro y molestias en el cuello, la espalda y el hombro. La exploración física suele arrojar un sutil aleteo lateral de la escápula. Como resultado del sutil hallazgo en la exploración y de la posición anatómica profunda de los músculos romboides, la parálisis romboidea suele estar infradiagnosticada.

La electromiografía es más específica para el diagnóstico de la parálisis romboidea y muestra una latencia muscular prolongada del potencial de acción muscular.

El tratamiento suele ser conservador y se centra en la estabilización de la columna cervical, los relajantes musculares, la fisioterapia, los AINE y, posiblemente, la cirugía en casos extremos.

Referencias
1. Palastanga, N. y Soames, R. Anatomía y movimiento humano: estructura y función (6ª ed.).
2. Standring, S. Anatomía de Gray (41ª ed.).
3. Netter, F. Atlas de anatomía humana (6ª ed.).
Ajustes